viernes, 13 de febrero de 2015

Reconciliación.

Creo estar en lo correcto si digo que la mayoría (todos) los que hemos tenido vitiligo hemos pasado por una fase de ODIO a la enfermedad.

Como comentaba en el post anterior, ya tengo algunos años de haber dejado por la paz tanto tratamiento CONTRA el vitiligo pues me di cuenta que el hecho de estar luchando contra él me ponía peor, en el momento en que lo acepté y decidí solo camuflajearlo y vivir en paz se detuvo por completo.

Hace un mes que he estado frecuentando un lugar de meditaciones donde se nos impartió un curso de Ho'oponopono, una técnica Hawaiana ancestral para la solución de problemas y enfermedades mediante la reconciliación y el perdón dentro de uno mismo. Es todo un rollo bien loco pero muy satisfactorio. Son 21 días como "detox" de negatividad, memorias dolorosas e ideas erróneas. Se trata de entender que somos solo nosotros mismos los responsables de nuestra realidad, todo es una proyección de lo que hay en nosotros. Sí, un rollo bien loco dije.

Recomiendo ampliamente que si saben de algún curso de Ho'oponopono en sus ciudades hagan lo posible por tomarlo o investiguen al respecto ;) ya en futuros post estaré explicando cómo lo he llevado yo y cómo lo estoy usando para reconciliarme con el vitiligo y liberar a mi cuerpo de él, una vez que se haya ido el objetivo es tomar toda la experiencia para hacer un tipo "manual" para entender cómo sanar el niño interior y las memorias de dolor que causan esta despigmentación. Una guía pues, solo cada quién puede entender qué memoria dolorosa se encuentra proyectando esto en su propia realidad.

Se trata de trabajar en una reconciliación con el vitiligo y no una lucha en su contra, ha llegado a nuestras vidas por amor, para mostrarnos algo, es nuestra responsabilidad aprender y dejarlo ir. Liberarlo de nuestras ideas erróneas que lo han manchado de negatividad al victimizarnos.

Y bien, aquí paramos para tener de qué hablar y porque gracias a Dios tengo mucho trabajo :)

Dios mío (o la fuerza superior y perfecta que cada quién decida), limpia en mi lo que está causando esta realidad negativa en quien se encuentra leyendo estas líneas, hoy tomo consciencia de que es solo la proyección de mis memorias dolorosas e ideas erróneas y lo siento mucho. Pido perdón por fundir su realidad con la mía y doy gracias porque al tomar consciencia me acerco más al nivel perfecto. Estoy lista para liberarme de estas memorias para limpiar mi realidad y la de quien me lee. Gracias. Te amo.


Betty; Lo siento, perdóname, te amo, GRACIAS.








domingo, 8 de febrero de 2015

En camino a la plenitud.


Mi nombre es Betty, tengo 26 años y me encuentro en la búsqueda del por qué el vitiligo llegó a mi vida como un maestro al que le agradezco lo mucho que me ha enseñado de mí misma.

Mis primeros años con vitiligo fueron tan erróneos, comprensibles, pero erróneos.

Llegó hace tantos años que ya no recuerdo qué edad tenía, tuve uno de esos tratamientos con cremas, pomadas, bloqueadores y ya no recuerdo si pastillas en ese entonces. Se fue, eran solo unas cuantas manchitas y se borraron.

En la universidad volvieron, con más fuerza, junto con el diagnóstico de hipertiroidismo. A partir de ello se extendieron mucho más. De regreso a las cremas, pomadas, bloqueadores, pastillas, tomas de sol, medicina alternativa, gotas, lociones, antidepresivos, pastillas para dormir, etc......

Un día encontré una loción llamada dermacrom para pigmentar momentáneamente la piel, comencé a usarlo y decidí que aceptaría mi vitiligo y simplemente utilizaría esta loción para emparejar el color y estar más tranquila. Acto seguido, el vitiligo paró de extenderse.

Debo aceptar que es un producto bueno a secas. La tonalidad que obtienes es un tanto café verdosa, tiene un olor como a sopa de pollo una vez puesta y contiene acetona. Además de que cuando se va cayendo con los baños toma un aspecto extraño.

Hace año y medio llegó a mi vida el regalo más grande, me enteré de que estaba embarazada, soy madre soltera desde hace 18 meses (hoy cumple 9 meses mi bebé). Una de las primeras cosas que cambié pensando en él fue el uso del dermacrom, la acetona es absorbida por piel y llega al torrente sanguíneo, no iba a poner en riesgo a mi bebé por simple gusto.Así que buscando alguna alternativa natural encontré algo que no suelto desde entonces, Skinela.

Es un producto más natural, a base de caña de azúcar. Lo recomiendo ampliamente, el tono que obtienes es mucho más natural, lo único malo que puedo encontrarle es que su venta es exclusiva en México pero por cuestiones ajenas a la creadora del producto. Lo venden a través de su blog y fb, lo pueden googlear así: Skinela.

A partir de mi embarazo todo ha sido luz, amor, perdón y paz. He enfrentado algunos miedos, problemas que venía cargando de años atrás. No ha sido fácil, pero ha sido un camino bello y de mucho aprendizaje.

No pretendo hacer de esto un blog espiritual en el que les diré que Jesús, Buda, los Ángeles, la Virgen, Mahoma, la Pachamama o algún ser superior les va a curar el vitiligo, pero sí les diré algo. Tener algo o alguien a quien darle las gracias por todas las maravillas del mundo es de mucha ayuda.

Ya en siguientes post estaré relatando un poco más, por ahora les puedo decir que el vitiligo se ha ido de mis memorias, cada recuerdo doloroso y negativo que me estaba causando esta realidad ha sido eliminado y transformado en amor, perdón y agradecimiento.

Físicamente también se está yendo, y es este momento en el que aún se encuentra visible que decido empezar a compartir mis experiencias. El vitiligo llegó a mi vida por algo, me ha enseñado de lo que soy capaz, lo mucho que valgo y siempre he tenido la seguridad de que en algún momento yo iba a hacer algo por los demás a través de esto. Y aquí estoy, segura de que un día habrá un post que diga: después de (el tiempo necesario, ni un día más ni uno menos) de que le di las gracias al vitiligo por haber llegado a mi vida y me despedí de las memorias dolorosas que lo mantenían en mi vida les puedo decir que ha salido por completo de mi piel también.

Mi primer consejo, amen su vitiligo. El amor es la fuerza más grande que rige el universo, y es solo con amor que lograremos borrar las memorias llenas de dolor que han traído esta realidad a nuestra piel.


Betty, lo siento, perdóname, te amo. Gracias
Ho'oponopono.